El pasado viernes, víspera de Sant Jordi se inauguró la nueva ubicación de Xocolates Fargas. Los que somos de Barcelona sabemos que esta tienda ha sido una de las afectadas por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y a punto ha estado de cerrar definitivamente sus puertas por todos los problemas que ello ha conllevado para sus actuales dueños.

Nada fácil ha sido buscar una nueva ubicación para la nueva tienda,conseguir un espacio cercano, diferente pero que permitiera y transmitiera esas raíces modernistas y de buen hacer artesanal que hacen a Fargas única e irrepetible.  Seguir transmitiendo esa sensación de que estás saboreando un bombón, una de sus catanyes o una deliciosa trufa exactamente igual que las personas que la saborearon en 1827 cuando se inauguró la tienda. He de felicitar a Anna y a Mª José porque lo han conseguido.

La nueva tienda, como no podría ser de otra forma es un espacio más moderno, más iluminado con un mosaico de estanterías actuales y sencillas pero que entre ellas se mezclan y resaltan las vidrieras modernistas originales de la tienda. El mostrador es también el original así como su aparador y el resto de los muebles. Lugar especial merece el molino del siglo XIX que tantas y tantas vueltas habrá dado para conseguir el más fabulosos chocolate a la piedra que jamás habréis podido probar. En sus paredes, enmarcados puedes ver  documentos originales de épocas pasadas, fotos, carteles, en fin la historia de Fargas y de todas aquellas personas que durante siglos ya  trabajaron para hacer que su clientela se sintiera especial y única.

En el momento actual que todo son marcas y tiendas globalizadas, que todos los escaparates son iguales y con el mismo contenido, como se disfruta cuando ves que hay personas que a pesar de las trabas y de la poca ayuda de organismos, ayuntamientos e instituciones pelean día a día por seguir manteniendo este espíritu de las cosas diferentes y especiales. Del trabajo silencioso, paciente, delicado y con cariño. Eso, os puedo asegurar que  te “endulza” el alma.

Xocolates Fargas

La nueva ubicación está en el carrer del Pi, a sólo unos metros de la esquina original. Su nuevo obrador está situado muy cerca justo a la entrada de las Galeries Maldá. Una idea que me parece fantástica es que el obrador está a la vista, de manera que se podrá ver como elaboran sus monas de pascua, como funden sus chocolates y como preparan sus turrones.

Os dejo algunas fotos como imagen a mis palabras pero esto no es nada para el viaje en el tiempo y a través de los sentidos que podréis experimentar si tan sólo cruzáis esa puerta.